jueves, 26 de enero de 2012

LA OUIJA Y SUS PELIGROS

El mayor peligro que entraña la práctica de la Ouija, es lo sencillo que resulta acceder a ella. Cualquiera puede hacerlo. Por tal motivo, potencialmente todos podemos convertirnos en "practicantes" de este popular juego. Sin embargo, creo que podríamos establecer y agrupar tres tipos distintos de motivaciones que inducen a este tipo de experiencias.
  • En el primer grupo, se hallarían los "curiosos". Solo les atrae, el poder experimentar si "aquello" realmente funciona.
  • En segundo lugar, quienes tratan de "aferrarse" a un método que les permita seguir en contacto, con sus seres queridos que ya dejaron este mundo. 
  • Finalmente, los que desean explorar, investigar o indagar, desde una perspectiva -según cada cual- parapsicológica, transcendentalista, espiritual, o incluso extraterrestre.

Entre los primeros, observamos que frecuentemente y tras algunas sesiones, dejan de practicar la Ouija, una vez saciada su curiosidad y cuando tales experiencias dejan de ser "novedosas". Entre los segundos, dependiendo del grado de aceptación que otorguen a los mensajes recibidos, pueden trasformarse en verdaderos defensores de una forma de comunicación con otros planos de existencia; o bien desengañados y perdida su fe, desistirán en su empeño.
Para quienes aceptan la hipótesis "espiritista", ven tales riesgos, en una presunta vinculación con entidades desencarnadas. Según esta creencia, al practicar la "Ouija" abriríamos las puertas hacia otras dimensiones cercanas a la nuestra, pero a su vez imperceptibles. Siempre siguiendo con esta hipótesis, en muchas ocasiones, quienes se comunicarían con nosotros, serían seres que en ocultismo reciben el nombre de "bajos astrales" o "cascarones". Es decir, "entidades" poco evolucionadas y muy aferradas todavía al mundo físico; o bien "espíritus sin luz" o "almas en pena" que quieren manifestar su estado de "angustia" al mundo de los vivos. Con la práctica de la Ouija, sus participantes podrían verse afectados por las energías negativas de las que son portadoras tales "entidades". Muchos creen, incluso, que en ciertos casos, hasta podría hablarse de "posesiones" de alguno de los participantes por algún tipo de entidad maligna.

Pese a todo lo anterior, los mayores peligros que entraña la práctica de la Ouija, son los que tienen relación con los aspectos psicológicos y emocionales de los participantes. La Ouija posee un alto grado de atracción; ello, es indudable. Abre las puertas a unos universos desconocidos, sean estos "interiores" o "exteriores"; y ello siempre puede aportar una cierta fascinación. Personas inmaduras, sugestionables, ansiosas, o simplemente que estén atravesando un mal momento en sus vidas, son un "caldo de cultivo" excelente, para que la adicción haga acto de presencia.

Uno no debe obsesionarse con tal práctica, ni con los mensajes. No se debe creer todo lo que se nos trasmite a través de sus comunicados. Cuidado con las medias verdades, a veces son más peligrosas que las mentiras. En muchas ocasiones, los participantes solo se acuerdan de aquellas cosas trasmitidas con cierta coherencia y consideradas como "verificables"; pero se hace caso omiso de muchas imprecisiones, ambigüedades y datos contradictorios.


Por otro lado, nunca la deben practicar personas con componentes psicológicos obsesivos. Cualquier mensaje en forma amenazante o catastrofista hacia ellos, puede desembocar en trastornos neuróticos difíciles de superar. Es difícil que la Ouija pueda generar algún proceso psicopatológico. Pero, si activar ciertos desequilibrios subyacentes, dentro del individuo. Puede destapar contenidos inconscientes y desarrollar una problemática psíquica que hasta ese momento permanecía latente, aunque oculta y ajena a la conciencia del individuo.


Para quienes han perdido a alguien allegado, la práctica de la Ouija puede convertirse en un consuelo que puede hacer más llevadero los instantes de intenso dolor. Pero no es el momento más oportuno para ser objetivos. En estos casos, la necesidad de creer puede nublar nuestro espíritu crítico. En dicho estado, donde la afectividad y el equilibrio emocional están afligidos, es el momento menos propicio para realizar este tipo de prácticas.


En conclusión, la única finalidad y motivación que se le debe otorgar a la práctica de la Ouija, es la de la investigación. Pero siempre que ésta se elabore aportando nuestro más puro espíritu analítico. Con el tiempo, este tipo de práctica podría ayudar al mejor entendimiento de la psiquis humana y podría llegar a salvar vidas. Esa vidas de millones de jóvenes que llegan al suicidio o al desequilibrio mental como consecuencia o final de las prácticas de la Ouija. La tabla, debe dejar de ser un misterio.


Y no importa, que nos posicionemos a favor o en contra de un contacto con el Más Allá. No importa que aceptemos la hipótesis espiritista o la mecanicista. Porque incluso descartando que sean entidades ajenas a nosotros, las promotoras de los mensajes, la Ouija puede depararnos también considerables peligros. Y es que, muchas veces, a los "fantasmas" que más hay que temer, son los que se albergan en nuestro interior.

martes, 3 de enero de 2012

UFOLOGÍA: EL OVNI DE IMJÄRVI



Suceso: Encuentro cercano de tercer orden
Fecha: 7 de Enero de 1970
Lugar: Imjärvi, Sur de Finlandia




Me sentía enfermo. Me dolían las articulaciones y la espalda. La cabeza empezaba a dolerme y al cabo de un rato vomité. Cuando iba al servicio la orina salía casi negra, como si se derramara café sobre la nieve. Esta situación se prolongó durante un par de meses. Éstos fueron los efectos que padeció uno de los testigos de un increíble encuentro que tuvo lugar en 1970, en los nevados bosques del sur de Finlandia.

En la tarde del 7 de enero de 1970, dos campesinos, Aarno Heinonen y Esko Viljo, salieron a esquiar. Se detuvieron en un pequeño claro a contemplar las pocas estrellas que había en ese frío atardecer. Al poco tiempo oyeron un zumbido y vieron en el cielo una luz brillante que avanzaba hacia ellos. Según se acercaba por encima de las copas de los árboles, vieron que emanaba una humareda y que se arremolinaba a su alrededor una neblina gris rojiza. Dentro de la nube había un objeto circular en forma de platillo volante, metálico, aparentemente, y de unos 274 cm de ancho. Tenía una cúpula y, debajo, tres esferas alrededor del borde, que recuerdan las fotografías de Adamski de casi veinte años antes. De la base del -objeto un tubo disparó de repente un rayo de luz hacia la tierra.

Antes de esto, el objeto había descendido a unos 3 m del suelo, a corta distancia de donde estaban los dos amigos.

Si ya se encontraban sorprendidos, en los minutos siguientes sabrían lo que significa quedarse sin aliento. Como cuenta Heinonen: «Yo estaba de pie, completamente inmóvil. De pronto sentí como si alguien me cogiera de la cintura por detrás y me hiciera retroceder. Creo que di un paso hacia atrás y en ese mismo instante vi a la criatura. Estaba de pie, en medio del haz de luz, con una caja negra entre sus manos. De unas aberturas de la caja surgía una luz amarilla intermitente. La criatura medía unos 90 cm de alto y tenía brazos y piernas muy delgados. Su rostro era pálido como la cera y la nariz parecía un gancho. Las orejas eran pequeñas y pegadas a la cabeza. Vestía una especie de mono de color verde claro. En los pies calzaba botas de color verde oscuro que le llegaban hasta por encima de las rodillas. También llevaba guantes blancos hasta los codos y apretaba los dedos como garfios sobre la caja negra».

Viljo describió también a la criatura «luminosa, como fosforescente» y tocada con un casco cónico que parecía de metal. Para él medía menos de 91 cm.

De pronto Heinonen fue alcanzado por la luz que salía de la caja que sostenían las manos de la criatura. El bosque quedó repentinamente en silencio, una bruma gris rojiza salió del objeto y se vieron revolotear chispas en la nieve. La bruma ocultó a la criatura y envolvió a los testigos. Súbitamente el rayo de luz desapareció absorbido por la nave, llevando aparentemente consigo al ente. En un abrir y cerrar de ojos, también la nave se había ido. Heinonen tenía paralizado el lado derecho y Viljo tuvo que cargarlo casi durante los 3 km de camino a casa.

Fueron examinados posteriormente en la clínica de Heinola y el médico les recetó somníferos y sedantes. Creía que el dolor de las articulaciones y la jaqueca desaparecerían en unos diez días, pero cinco meses después Heinonen seguía sufriéndolos y, aunque la parálisis de la pierna derecha desapareció, no podía mantener el equilibrio correctamente.

También la memoria de Heinone se vio seriamente afectada, hasta tal punto que cada vez que salía tenía que avisar a su familia de adónde pensaba ir para que pudieran buscarlo si no volvía. Viljo también se vio afectado: su cara se hinchó y enrojeció, se había vuelto incoherente y disperso mentalmente.

El doctor Pauli Kajanoja señaló: «Los síntomas descritos son similares a los que se producen exponiéndose a la radioactividad». Y agregó: «Ambos hombres dicen la verdad, no se trata de una invención. Cuando vinieron a verme, estaban en estado de shock; algo debe de haberles asustado.»

La experiencia fue confirmada por otras dos personas que informaron haber visto ovnis en el cielo en el mismo momento y en la misma zona de Imjärvi en la que se produjo el encuentro.

Pero para Heinonen el asunto no había terminado: entre la fecha del encuentro y agosto de 1972, dio cuenta de otros veintitrés contactos con ovnis. En cierta ocasión informó de haber conocido a una mujer extraterrestre extremadamente bella y a un ser, que recordaba mucho al venusino de Adamski pero más adelantado en la forma de comunicación, que ya no era meramente telepática, como en aquel caso, sino que ahora se expresaba en correcto finés.

Estas últimas afirmaciones tendieron a crear una atmósfera de desconfianza, incluso entre los investigadores más recalcitrantes, pero esto puede deberse a su propia incapacidad para comprender el fenómeno tal cual es. Entre aquellos que conocían a los testigos, un granjero vecino, Matti Haapanieni, dijo: «Mucha gente de la vecindad se ha reído de esta historia. Pero yo creo que no hay nada de que burlarse. Conozco a Aarno y a Esko desde que eran niños. Ambos son personas tranquilas y razonables, aparte de ser abstemios. Estoy seguro de que su historia es verídica».

Aproximadamente a la misma hora y en la misma zona de este episodio, hubo muchos otros avistamientos de «luces lejanas en el cielo», lo que añade credibilidad al caso. 




Fuente documental  Base de datos mundoparanormal

LOS EXTRAÑOS ATAÚDES DE LAS HADAS DE EDIMBURGO

En 1836, cinco niños se encontraban jugando en los alrededores del  famoso pico Arthur´s Seat ( Silla de Arturo), cuando iban detrás de unos conejos con el fin de cazarlos se encontraron 17 ataúdes en miniatura escondidos dentro de una cueva. Pronto se los enseñaron a su profesor de matemáticas que por suerte era un aficionado a la arqueología y miembro en la sociedad arqueológica de Edimburgo.

En los ataúdes había figuras de madera en miniatura. Cada ataúd, con sólo 4 pulgadas de longitud contiene una pequeña figura de madera, tallada por expertos y  pintadas, botas y ropa hecha a medida.
Estaban vestidos de manera diferente en estilo y material,  organizados en dos hileras de ocho ataúdes cada uno, y un tercer nivel empezado, con un ataúd (cada nivel de enterramientos correspondía a una época, creyéndo que desde el primer entarramiento al último podían haber pasado bastantes años según su estado de conservación).

Nadie sabe a ciencia cierta por qué los ataúdes estaban allí. Las teorías han incluido todo, desde las tradiciones gitanas, la brujería, incluso un enterramiento simbólico de fallecidos en el mar por naufragio. 

La teoría más certera y extendida es que estaban destinados a representar a las víctimas del famoso asesino IrlandésWilliam Burke (1792-1829) y  William Hare (fallecido en 1860) . Burke fue colgado en 1829 por sus asesinatos y venta de los cuerpos a las facultades de medicina para la práctica fisiológica de estudiantes. Siete años después del ajusticiamiento de Burke las muñecas se encontraron, con ello consiguió darles un final simbólico a sus víctimas, un  re-entierro. Poco se supo de su camarada Hare que consiguió huir a Londres tras delatar a Burke. 


 



DOCUMENTAL CUARTO MILENIO SOBRE EL TEMA


Ataúdes escoceses Parte 2